Si bien en la película se han pasado por alto ciertos elementos de la novela, como el hecho de que el protagonista sea un mujeriego –en el film parece todo lo contrario-, o el tratado de economía sueca que se explica en el libro –y que, gracias a Dios, han decidido omitir-, hay por otra parte, aspectos que deberían obviarse, sin subestimar la inteligencia del espectador para que éste trate de averiguarlos por sí mismo.
En el cine de suspense, existen dos formas de resolver la historia. Aquellas que, una vez que han presentado todas las piezas del puzzle terminan por colocar hasta la última parte del rompecabezas, y aquellas que, sutilmente, dejan que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones, aun cuando algunos aspectos permanezcan en el aire. Y es aquí donde peca la historia, que explica demasiado y que apenas da al espectador un momento de reflexión.
Por eso, por querer contarlo todo, han tenido el acierto de estructurar cada uno de estos tres volúmenes –de unas 600 páginas cada uno- en tres películas de 145 minutos. Me fastidia la tendencia actual a martirizar al espectador con un visionado de casi tres horas aunque cierto es que, en este caso, la novela lo exige, pero ¿no habría sido mejor penitencia adaptar la historia en formato mini serie? Año: 2009
País: Suecia
Dirección: Niels Arden Oplev
Guión: Nikolaj Arcel y Rasmus Heisterberg (novela Stieg Larsson)
Fotografía: Eric Kres
Reparto: Michael Nyqvist, Noomi Rapace, Sven-Bertil Taube, Peter Andersson
Andrea Franco
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